Esta es la segunda parte de una serie de posts que intentan explicar la situación en Venezuela, en este caso desde el punto de vista de la economía.
El análisis económico de un país durante las últimas dos décadas tiene una magnitud suficiente para escribir un ensayo completo. Voy a intentar desarrollar las grandes líneas que, a mi parecer, han generado la situación económica actual.
La situación previa al gobierno de Chávez
Durante los años 70, y gracias a la crisis del petróleo de 1973 por la que los países árabes exportadores de petróleo dejaron de exportar a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra del Yom Kipur (6-25 de octubre de 1973), el precio del petróleo pasó de 3 dólares por barril a más 12 en un año. Esta alza continuó, y en 1981 el precio rozó los 35 dólares provocando una crisis en el mundo occidental que generó altas tasas de inflación y de desempleo.
Esta situación sin embargo benefició a Venezuela durante unos años. El gobierno aprovechó los altos precios del petróleo para endeudarse hasta un punto que en 1983 el país sufrió una fuerte crisis de la que aún no se ha recuperado. Se devaluó la moneda, se incluyeron controles de precios, la inflación se disparó y la corrupción y los mercados negros aumentaron (Esta situación se repetirá de nuevo con el gobierno de Chávez).
El 1988 el presidente Carlos Andrés Pérez dio un giro liberal a la economía con el apoyo del Fondo Monetario Internacional. Estas reformas incluían una liberalización de precios, la eliminación del control cambiario, y reformas en política fiscal y social que generaron una nueva crisis de ingresos, pobreza y represión (Caracazo).
En esta situación el teniente general del ejército Hugo Chávez dio dos golpes de estado (1992) y, finalmente, ganó las elecciones presidenciales en 1998 que le llevaron a la presidencia del país en 1999.
La llegada de Chávez al poder
Hugo Chávez llega a la presidencia con un programa social que tenía el objetivo de reducir la pobreza, aumentar la escolaridad y los ingresos de los estratos más pobres de la sociedad. En ese sentido, el nuevo presidente se encuentra con unas alzas del precio del petróleo a nivel mundial que van de los 12,28 dólares el barril en 1998 a los 94,1 en 2009. Y de la misma Manera que Lula da Silva en Brasil, aprovecha los superávits de los ingresos del petróleo para financiar sus programas sociales y endeudarse, tanto a través de la deuda pública de Venezuela, como de la deuda de la empresa pública estatal de petróleo PDVSA (Petróleos de Venezuela).
Esta política tuvo como resultado una mejora en los datos de pobreza extrema (del 25% en 2003 al 8% en 2012) y de la pobreza no extrema (del 30% en 2003 al 16% en 2012).
Pero esta situación, a priori beneficiosa, tenía su cara oculta, o su espada de Damocles. Como he comentado, los programas sociales se estaban financiando en su mayoría en base a los ingresos del petróleo en un entorno de clientelismo, expropiaciones publicitarias (lo que reducía la confianza internacional y la entrada de inversiones), conflicto político y corrupción creciente con la consiguiente extracción de capitales y de la riqueza del país (aunque estos aspectos negativos se contrarrestaban con los ingentes ingresos provenientes de la venta de petróleo).
Petróleos de Venezuela (PDVSA)
La empresa PDVSA fue creada por decreto gubernamental por el presidente Carlos Andrés Pérez en 1976 después de la nacionalización de toda la industria petrolera por el gobierno de Venezuela. Como tal, PDVSA tiene las mayores reservas probadas de petróleo del mundo y es una de las mayores empresas de américa latina.
Desde la llegada al poder de Chávez, y gracias al aumento del precio del petróleo desde 1998 hasta 2012, PDVSA ha sido el estamento encargado de financiar la revolución bolivariana y todos los programas sociales y gubernamentales incluyendo subsidios a la gasolina para la población venezolana (Venezuela tiene el precio de la gasolina más barato del mundo). Como ejemplo, entre los años 2004 y 2010, PDVSA contribuyó con más de 60.000 millones de dólares a los programas sociales del gobierno (Misiones Bolivarianas y el Fondo Nacional de Desarrollo). Sólo en el año 2012, PDVSA invirtió 17.300 millones de dólares en estos programas, cifra que se redujo a 13.000 millones en 2013.
Esta gestión partidista de PDVSA ha generado un aumento desmesurado de la contratación de personal (con un criterio clientelista ha pasado de tener 50.000 trabajadores en 2005 a más de 90.000 en 2009 y ha llegado a más de 146.000 trabajadores en 2016), el despido de personal no afín con el régimen y el uso y mantenimiento incompetente de sus infraestructuras que ha generado espectaculares accidentes y el cierre de plantas por falta de mantenimiento.
Básicamente PDVSA ha sido la gallina de los huevos de oro para el régimen de Chávez: Mientras la inversión extranjera desaparecía y los negocios privados cerraban, las políticas sociales del gobierno de Venezuela se mantenían gracias a los ingresos de PDVSA.
La Muerte de Chávez y la caída de los precios del petróleo en 2013
Como si de una maldición se tratara, la muerte de Chávez en 2013 coincidió con una bajada mundial de los precios del petróleo, de los 107,45 dólares por barril en 2012, se pasó a 26,5 dólares en 2016. Esta bajada es fruto precisamente de los altos precios de la década anterior. Altos precios en materias primas extraíbles o producibles (como petróleo o alimentos), estimulan en gran medida la inversión y producción en todo el mundo, llegando en pocos años a la sobreproducción y a la bajada sistemática de precios (Este proceso de inversión ha generado que incluso Estados Unidos, que ha sido un importador neto de petróleo, sea hoy, el mayor productor de petróleo del mundo, al mismo nivel de producción que Arabia Saudí).
Esta caída de ingresos en un modelo social basado exclusivamente en los beneficios del petróleo es demoledora para un país. En el caso de Venezuela la caída de ingresos del gobierno es doble: debido a la bajada de precios del petróleo y también a la reducción en la extracción de PDVSA por la falta de mantenimiento y la mala gestión de la compañía que ha reducido a la mitad su capacidad de extracción.
Y a esto se ha unido la gestión económica heredada de Chávez de control de precios y control cambiario que ya había destruido todo el sector primario y terciario de Venezuela (y que solo mantenía el abastecimiento de bienes que el gobierno distribuía con los ingresos del petróleo). Al Instalar un control de precios (precios máximos para todos los productos), si una empresa local tiene que importar bienes para vender al público, el límite de precio de venta impuesto puede ser inferior al precio de importar o comprar ese bien o materia prima, por lo que esa empresa y pequeño comercio acaba quebrando. Ese es el motivo de que no se encuentren productos de primera necesidad en Venezuela y que la mayoría de pequeños comercios hayan cerrado.
Con esta situación, las acciones económicas de Maduro solo han hecho que empeorar las cosas. La falta de ingresos del gobierno ha reducido las importaciones que hasta 2013 el gobierno hacía de bienes de primera necesidad. Con esa situación, el gobierno ha querido aumentar la masa monetaria de cara a que sea la ciudadanía la que pueda acceder a los productos básicos por su cuenta. Pero esta solución ha generado una inflación milmillonaria, acabando de hundir la economía del país que no tiene ya ninguna infraestructura productiva.
Como resultado de estas políticas económicas las cifras son demoledoras:
- La deuda pública se ha disparado al 161,8% en 2018.
- El desempleo ha pasado del 7,43% en 2013 al 33,3% en 2018.
- La pobreza extrema ha pasado al 60% de la población y la pobreza no extrema ha pasado al 33%, generando que el 67% de los Venezolanos hayan perdido 11 kilos de peso de media.
- La corrupción es sistemática y Venezuela está en el puesto 168 (de 200) de los países más corruptos del mundo (superando en corrupción a Irak, Chad o a la República Democrática del Congo). Como consecuencia de esta corrupción Venezuela se ha convertido en el país con más desigualdad de América latina.
- La tasa de homicidios se ha disparado a las 81,4 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, con 23.047 homicidios en 2018. Esto convierte a Venezuela en el país más violento de América latina.
- El número de refugiados venezolanos en el extranjero ha alcanzado los 3 millones de personas.
Además de esto, hay carencias de medicinas, productos de primera necesidad e incluso de gasolina (que, aunque es oficialmente barata, no hay suficiente para su distribución) lo que ha aumentado el mercado negro del país. Actualmente, el envío de remesas de divisas de familiares desde el extranjero es la única razón de que el país no colapse totalmente.
El impacto de las sanciones de los Estados Unidos y la Unión Europea y el papel de China y Rusia
Son muchas las voces que señalan que la actual situación de Venezuela es causa directa de las sanciones internacionales que los Estados Unidos y la Unión europea han impuesto a Venezuela en los últimos años. En mi opinión estas sanciones son consecuencia de la corrupción generalizada del régimen de Maduro y de las violaciones de los derechos humanos cometidas por el gobierno, y tienen poco impacto en la ciudadanía. Como voy a explicar ahora:
- Sanciones de la UE: La Unión Europea ha impuesto sanciones a Venezuela desde 2017. Estas sanciones incluyen un embargo de armas y de material de represión, así como la congelación de los activos de 18 miembros del gobierno de Maduro en bancos de la Unión. Además de la congelación de activos a estas personas (muy sospechosos de haberlos extraído ilegalmente debido a la corrupción en el país) también se incluye una prohibición para viajar a la UE hacia estas personas. Como se puede apreciar, las sanciones de la UE no pueden impactar ni ayudar a genera la situación económica de Venezuela.
- Sanciones de los Estados Unidos: Las sanciones de Estados Unidos también incluyen congelación de activos de miembros del gobierno de Maduro acusados de corrupción e incluso de tráfico de drogas. Además de estas sanciones,es cierto que el gobierno americano ha prohibido a sus ciudadanos negociar con casi todos los tipos de deuda Venezolana y de PDVSA (Ver el detalle en los enlaces al departamento del Tesoro de los Estados Unidos). En estas sanciones no se han incluido restricciones a la exportación a Venezuela de alimentos o medicinas (p.520). La justificación de los Estados Unidos a las sanciones sobre la deuda de Venezuela y de PDVSA es que esta deuda está siendo usada por el gobierno de Maduro para la extracción de la riqueza y el blanqueo de capitales. Si este fuera el caso el impacto en la economía de estas sanciones no tendría tampoco un impacto significativo.
NOTA: el 27 de septiembre de 2018, las Naciones Unidas, a través del Consejo de Derechos Humanos, solicitó al gobierno de Venezuela que abriera sus fronteras a la asistencia humanitaria “para solucionar la escasez de comida y de medicinas, el aumento de la malnutrición, especialmente entre los niños, y el brote de epidemias que habían sido previamente erradicadas en Sudamérica”.
Algunas voces públicas han alertado que detrás de estas sanciones estaría la intención de los Estados Unidos de apoderarse del mercado de petróleo de Venezuela en el medio plazo. Bajo mi punto de vista estas acusaciones no tienen mucho sentido viendo la actual situación energética de Estados Unidos. En la actualidad, Estado Unidos es el mayor productor de petróleo del mundo, y pese a que continúan importando una parte de petróleo, esta importación apenas viene en la actualidad de Venezuela.
No es el caso de Rusia y China. Estos países se han convertido en los últimos años en prestamistas y socios del gobierno de Venezuela (además de Turquía e Irán). En 2017, China vendió a Venezuela material de control de manifestaciones y de antidisturbios, ha dado créditos por valor de 50.000 millones de dólares y ha creado una Joint Venture entre la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) y PDVSA con la condición de que Venezuela garantice el suministro de petróleo a China.
Rusia por su parte ha firmado créditos con el gobierno de Venezuela a cambio quedarse con parte de los activos de PDVSA.
Todos estos préstamos y contratos no se han firmado en el mercado internacional sino de forma discrecional entre los gobiernos de China y Rusia con Venezuela, con condiciones muy ventajosas para estas superpotencias. Este es el motivo principal de que estos dos países apoyen al actual régimen de Nicolás Maduro.
En el próximo post se analizará la situación de los derechos humanos en Venezuela.
Ricardo Diez.
Fotografía de portada: Filling station of PDV (subsidiary of Petroleos de Venezuela), in the High Mirandinos, Miranda State, Venezuela, por: Minale Tattersfield